Damos siempre gracias a Dios por vosotras, hermanas, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor que en cada una de vosotras abunda para con los demás; tanto, que nosotras mismas nos gloriamos de vosotras en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras visitas y expresiones de cariño, respeto y solidaridad que tuvisteis con nuestra provincia y nuestro pueblo. La acogida cariñosa y respetuosa a cada hermana. Su humildad delicadeza, demostrado el cariño de Madre hace que nos unamos en una sola vos para aclamar.
El Señor ha sido bueno con nuestra tierra y con nuestra Madre general Bernardita Meraz Y sor Lucia Filosa quienes nos han acompañado en este tiempo de gracia Kairos, en la visita fraterna a las comunidades de la Provincia Colombia/Ecuador, del 10 de mayo al 3 de junio 2024, ¡su amor es para siempre!
Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual, y nos ha acompañado en este tiempo de gracia Kairos, en la visita fraterna a las comunidades de la Provincia Colombia/Ecuador, del 10 de mayo al 3 de junio 2024, ¡su amor es para siempre!
Damos gracias al Padre por todas las Hermanas que hemos encontrado y conocido, por todo el bien que es vital en la Provincia y por la actitud de fe, amor, unidad y energías vivas que acompañan las obras apostólicas en esta tierra sagrada bendecida por Dios.
Durante nuestra peregrinación por los lugares donde estamos insertas de norte a sur de la Provincia hemos apreciado a Hermanas valientes y creativas que dedican su vida al servicio del Evangelio y de la Iglesia local en comunión con los Sacerdotes y con los laicos, pueblo de Dios, para comunicar el Evangelio con la belleza, a través del arte y estando cerca de las necesidades de las personas que buscan la escucha generativa, valiente y la oración de intercesión.
Bendito sea Dios por la vida que fluye en nuestras casa y comunidades, por el cuidado y la belleza de la liturgia al servicio del pueblo de Dios en camino sinodal, por el don de la vocación vivida sin reservas y con alegría.
Bendito sea Dios por el compromiso apostólico y la creatividad, por la acogida a tantos Sacerdotes que en nuestras casas encuentran lugares de descanso para el cuerpo y el espíritu, Hermanos que caminan juntos y que comparten la belleza de haber encontrado al Maestro.
Bendito sea Dios por el don de la hermosa labor de la pastoral vocacional y de la formación continua, que están llevando a cabo con disponibilidad y compromiso. El Divino Maestro nunca hará que falten trabajadores en su mies.
Bendito sea Dios por cada rostro que hemos encontramos, aunque sea por unos días, por la fe y el testimonio de vida que cada hermana con su historia sagrada muestra al mundo y que es fruto del encuentro y la relación con el Divino Maestro.