ADORACIÓN

15 DE AGOSOTO

ADORACION 15 DE AGOSTO 2023 camino del centenario 

Exposición del Santísimo

Canto A -44

En este camino de peregrinación bajo la mirada de María Santísima en esta solemnidad del 15 de agosto fecha conmemorativa para nuestra congregación; En el contexto de la celebración de nuestro centenario revivimos la experiencia del inicio de la adoración nocturna.

Nos cuenta la Madre Escolástica que para el 15 de agosto de 1924 habían llegado otras 4 jóvenes completando el numero 12 de los apóstoles, así fue posible para esta fecha prolongar la Adoración toda la noche, dando inicio a la Adoración nocturna y permitiendo la Adoración las 24 horas ante El santísimo solemnemente expuesto.  Comenzando la Adoración perpetua gracia especial para la FP     

Puesto que el don de Dios es siempre más grande de cuanto podamos comprender, la presencia de las Pías Discípulas del Divino Maestro, en 1924, representa un momento de maduración y enriquecimiento de la Casa en su relación con Jesucristo “el Maestro”.

Rosalia Binello – Hna. Maria Teresa de la Dolorosa

Alegría interior por la Adoración Eucarística

No es tan fácil expresar la alegría interior que experimentábamos con el inicio de la Adoración eucarística, especialmente si era nocturna. Esas dos horas pasaron demasiado pronto. Cuando en las noches de invierno el sueño intentaba sorprendernos, empapábamos un pañuelo en agua helada para mantenerlo en los ojos, así también desaparecía el sueño. Una vez el Primer Maestro nos dijo algo más o menos así, como yo recuerdo: “Vengan ante Jesús, acérquense lo más que puedan al Tabernáculo para sentir mejor el ‘Sitio’ de Jesús e inflamarse cada vez más de su amor. Les toca a ustedes saciar de sed a Jesús. No deben venir ante Él para recibir consolaciones, sino para consolarlo. Les toca consolar a Jesús. Él espera de ustedes amor y reparación”.

Intenciones para la Jornada (Quienes están de cumpleaños, aniversario de profesión, ordenación sacerdotal, diaconal, arzobispal, Por el gobierno general y sus trabajos capitulares. Salud de l@s enfermos etc. etc.) 

Momento de Silencio

Canto Aleluya

Lucas 1, 39-45.

Artículos de la Regla de Vida

Nos 8 Como María, imagen de la Iglesia, dóciles al Espíritu, guardamos la Palabra y la ponemos en práctica, hasta formar un solo corazón y una sola alma. 9 Como María, Madre de Dios, y las mujeres del Evangelio, transformadas por el encuentro con el Resucitado, Belleza que salva al mundo, somos enviadas, apóstoles con los apóstoles, a anunciarlo, a celebrarlo y a servirlo.  26 conformamos nuestro sí con el de María, figura de la Iglesia, Virgen y Esposa. Como Ella, Reina de los Apóstoles, permanecemos abiertas a la novedad de la Pascua, para colaborar en la construcción de la humanidad redimida. Del amor virginal brota una fecundidad particular que contribuye a la generación y crecimiento de la vida divina en los corazones.  144 insertadas por el bautismo en el único sacerdocio de Cristo participamos en la misión de los ministros ordenados en el espíritu de María Santísima. Como mujeres asociadas al celo sacerdotal, con la oración y el servicio, acompañamos las vocaciones al presbiterado y cooperamos en su formación.

De los escritos del Fundador

Es interesante notar que el discipulado de las Pías Discípulas se ha movido siempre, desde los orígenes, en la línea del misterio eucarístico y de un estilo de vida caracterizado por la humildad, el silencio, el retiro, el espíritu de sacrificio, la incondicional entrega de uno mismo.(20) Un discipulado vital que se enraíza profundamente en el misterio pascual como «vida escondida con Cristo en Dios» (Col 3,3),(21) y que supone una llamada fuerte y radical a vivir la maduración de la fe culminante siempre en el «ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» del Apóstol Pablo.

El Fundador transmitía una vivencia suya, pues había aprendido a alimentar la propia docilidad a Dios con la luz que viene “de la Hostia” (AD 15) y en esa luz leer la situación socio-religiosa de su tiempo, pues sólo «en Jesús-Hostia se podía tener luz, alimento, consuelo y victoria sobre el mal» (AD 15-16).

Para las Pías Discípulas la realidad del discipulado se expresa comunitariamente, de modo que, como dirá el P. Alberione, «la comunidad se injertará en Cristo totalmente y no sólo cada una podrá decir: vivit vero in me Christus [Cristo vive en mí], sino que la comunidad deberá decir: en la comunidad vive Cristo, en esta comunidad vive Jesucristo Maestro. Por tanto, alegraos por el día feliz en que las primeras Pías Discípulas vistieron el hábito religioso; alegraos al recordar a las hermanas esparcidas por todas las partes del mundo; alegraos por los grandes bienes que el Señor ha concedido a la Congregación. Y cuantos mayores sean esos beneficios, tanto más crezca

La simbología de la luz apunta, por una parte, a la experiencia de iluminación interior del Fundador y, por otra, va estrechamente conectada a la misión paulina de irradiación del Maestro.

Juntamente con el Evangelio, el manantial de luz es la Eucaristía. Ahí se nutren las Pías Discípulas para sí, para la Casa y para el mundo, viviendo una misión que las asemeja a la vela que arde, produce luz y se consume silenciosamente. (23) En el lenguaje de la Casa y en la pastoral vocacional dirigida a los Párrocos, el Fundador exhortaba a encontrar una vela viviente, es decir a mandar una vocación a las Pías Discípulas.

En efecto, leemos en el boletín UCBS (21 junio de 1923): «La devoción al Divino Maestro se ha concentrado entre nosotros en el Sagrario. Cuando la Casa era pequeña y estaba formada sólo por pequeños, Jesús se contentaba con que fuéramos donde él por la mañana para la Misa y a recibirlo en la santa Comunión. Pero sabíamos que cuando la Casa se desarrollara, tendríamos. Las velas vivientes indispensables para sostener el apostolado.

El Sr. Teólogo escribirá refiriéndose a las Pías Discípulas: «Se consagran a adorar continuamente por turno al Divino Maestro, Jesús Sacramentado, para realizar el “venga a nosotros tu reino” especialmente por medio de la Buena Prensa. […] Deben ser escogidas entre las hijas más inclinadas a la piedad eucarística»(25) para llegar a ser «gozosísimo prado del Divino Maestro».(26) En efecto, ellas «saben únicamente amar mucho y servir bien al Divino Maestro y a quienes predican su Evangelio».(27)

En Casa, el culto principal se le da al Divino Maestro: «él es el Camino, la Verdad y la Vida. También a los sacerdotes de la Casa, en su honor, se les llama maestros. A él se le hace la adoración perpetua, a él le están dedicados los Discípulos del Divino Maestro y las Pías Discípulas.

25 PP 367. Más tarde dirá el Fundador: «Siempre me han impresionado las palabras vere tu es Deus abscónditus [de veras tú eres un Dios escondido]. Él mora en la Eucaristía. ¿Quién le conoce? ¿Quién le ama? Cuando muchos años atrás me entretenía en tal consideración, terminaba diciendo: “Señor, dame la gracia de obtener para la Iglesia una familia religiosa que te conozca; no sólo, sino que te ame con entrega y devoción completa, que te honre en tu Sacramento de amor, que lleve las almas a tu Tabernáculo”» (APD [1946-47] 133).

La insistencia en las mujeres del Evangelio (cfr Lc 8,1-3), y sobre todo en el ejemplo de María Santísima virgen y madre, siempre recordada en la predicación del Fundador a las Pías Discípulas, (43) nos sugiere un mensaje (tal vez un secreto) de gran equilibrio humano y espiritual en la Familia Paulina formada por hombres y mujeres, viviendo precisamente la profundidad de la relación con el Maestro.

El paso a través de María, Madre, Maestra y Reina de los Apóstoles, que cumplió «su apostolado sublime ofreciendo a la humanidad a Jesús Maestro Divino, Camino, Verdad y Vida» (CISP 1476), humaniza y personaliza con la gracia típica de la femineidad nuestra relación con Cristo, que de otro modo podría quedarse en lo puramente doctrinal o especulativo.

Ninguna existencia humana estuvo tan íntimamente plasmada por el misterio de Dios, en Cristo Jesús y la potencia del Espíritu Santo, como la de su Madre.

También del libro para una renovación espiritual pg.  170 la liturgia de la Fiesta de la Asunción.

Canto

J 14 (1)

 Examen. – ¿Amo a María y la alabo como la ama y exalta Jesús en el cielo? ¿Confío en su intercesión? ¿Deseo con ardor ir a contemplarla y amarla allá arriba? ¿Pienso en la dicha y gloria de María en el cielo? ¿Pienso que esta Madre me aguarda allá arriba? ¿Aumento la fe, esperanza y caridad para alcanzar un premio más grande?

Propósito. – María tiene siempre fija su mirada en mí; yo quiero dirigir siempre mis ojos a María.

Oración. – Recuerda, oh piadosísima Madre, que Jesús desde la cruz te hizo madre mía; que en el paraíso tienes por oficio ser mi mediadora; que en ti se hallan todas las gracias; acuérdate de nosotros que estamos gimiendo y pasando peli-gros en este valle de lágrimas; que yo soy un hijo muy pobre, pecador y náufrago…

¡Sí, acuérdate, y ven en mi socorro, oh Madre! Yo confío sin límites precisamente porque soy el más mísero. Los míseros son los súbditos de la Reina de misericordia.

Acto de contrición

Cuarto y quinto misterio glorioso

4 misterio ….

A la muerte de María se la llama sueño o dormición, un sueño divino llegado en | el lugar y el tiempo querido por Dios; y que en la realidad de Dios era un despertarse, un amanecer en la otra vida, en una visión beatífica, es decir abrir los ojos a los esplendores de la patria, cesando de ver las tristezas del exilio.

 La aceptación de la muerte es un gran mérito, como lo fue para Jesucristo, como lo es para cada alma. No podía faltar en María. También en esto se asemejó a su Hijo. amor a Dios; adonde sentía que su Hijo la esperaba.

A María se le pueden aplicar las palabras: «Como busca la cierva corriente de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

E 30

5 misterio …

María en el cielo:

Es mediadora y distribuidora de la gracia.318 La redención cumplida en Cristo es preciso que se cumpla en sus miembros, aplicada por Jesús y por María.

De consecuencia, María piensa en todos sus hijos, provee a todos sus hijos, ruega por todos sus hijos, da a todos sus hijos toda clase de socorros y ayudas. A los hijos de cada tiempo y lugar, hasta que se acabe el tiempo y la Iglesia se reúna toda ella en el cielo en torno a Jesucristo, como trofeo de la victoria de Cristo Jesús y de María sobre el demonio.

¡Hermosa Reina en su trono elevado sobre el de los vírgenes, confesores, mártires, apóstoles, san José, san Juan Bautista, por encima de los querubines y serafines!

Pero María, en aquel reino feliz, es especialmente Reina de misericordia. Desde allí piensa en nosotros, ruega por nosotros nos sigue, socorre e ilumina. ¡Dichosos quienes esperan en ella!

Momento de Adoración …

Canto final

D 38

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